Gatos en fuga

Mauricio Macri, Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Alfonso Prat Gay, Gerardo Morales, Alfredo Cornejo y toda la parva de cipayos que conformaron la Alianza Cambiemos, llegaron con un plan de saqueo y lo cumplieron a rajatabla. En términos de "Objetivos y Metas", lo de la Alianza PRO-UCR-CC, fue un éxito.

El pueblo argentino, que tanto sufrió y sufre por su raid delictivo, espera que este "gato" no caiga parado.

El pueblo argentino, que tanto sufrió y sufre por su raid delictivo, espera que este «gato» no caiga parado.

Por Javier Ernesto Guardia Bosñak. Gatos en fuga. No es la primera vez que un gobierno Conservador toma como una de sus primeras medidas de su mandato, la emisión suicida de Deuda Externa ante el usurero y colonialista Sistema Financiero Internacional, columna vertebral de los Imperialismos. Desde Rivadavia hasta Macri, pasando por las Dictaduras, Menem y De la Rúa, los gobiernos neoliberales de Argentina entregaron los destinos de nuestra patria a lo peor de la humanidad.

Por supuesto que, para darle visos de legalidad, siempre le pusieron el título de Deuda Soberana, cuando en realidad no hay nada que nos haga perder más soberanía política y económica, que el estar endeudados hasta los huesos con este cáncer mundial.
Mauricio Macri, Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Alfonso Prat Gay, Gerardo Morales, Alfredo Cornejo y toda la parva de cipayos que conformaron la Alianza Cambiemos, llegaron con un plan de saqueo y lo cumplieron a rajatabla. En términos de «Objetivos y Metas», lo de la Alianza PRO-UCR-CC, fue un éxito.
El argumento esgrimido para endeudarse, fue que el mundo volvía a confiar en la Argentina, discurso que tanto le gusta al tilingo clase media baja criollo, siempre con sus ojos puestos en la Europa que lo considera un sudaca y no en la América Latina que lo espera -a pesar de todo- con los brazos abiertos de un hermano.
Luego vino el Blanqueo de Capitales mal habidos, cuya ley del Congreso de la Nación fue modificada por el propio Macri mediante su decreto de reglamentación, permitiendo a sus parientes y a los de sus funcionarios, blanquear las enormes fortunas evadidas y fugadas a paraísos fiscales.
Solo el Hermano del Presidente Mauricio Macri y cuatro Directivos de la Empresa Familiar de los Macri (SOCMA), blanquearon $ 750.000.000,00 que nunca habían pagado impuesto alguno.
Un total de 130 mil millones de dólares fueron pasados a la legalidad en un abrir y cerrar de ojos, pagando apenas un 5 o un 10% y sin obligación de repatriar esas fortunas robadas y fugadas.
El mundo observó -impactado- lo que fue el mayor blanqueo de la historia. Una vergüenza que mostraba la impunidad de los privilegiados de siempre. Un gesto de apoyo al gobierno -declaraba Macri- porque la gente percibía un ambiente de seguridad jurídica…
Al Capone: un nene de pecho al lado del cara rota del hijo de Franco.
Tengan presente este número para más adelante: al momento del blanqueo, por cada $ 15,70 que se blanqueaban, te reconocían un dólar. Es decir que, si blanqueabas un millón de dólares, acababas de legalizar 15 millobnes 700 mil pesos.
Anotalo…
Siguieron con más emisión de deuda, algunas hasta a cien años. Negociados de todo tipo y para todos los gustos: desde autopistas, hasta Parques Eólicos; desde energéticas hasta aportantes truchos y fundaciones también truchas, para desviar dineros del estado, de todas, todos y todes (hasta inventaron una fundación trucha del gatillo fácil, Chocobar).
Ante la jugada de Cristina Fernández de Kirchner y de Alberto Fernández, de ir él como presidente y ella como su vice, la inminente derrota llevó a la banda de Cambiemos a dar el último manotazo de ahogado, en complicidad con Donald Trump y Christine Lagarde: dar el mayor préstamo otorgado en la historia del FMI, yendo incluso en contra de sus propias normas y reglamentos.
Lo que Trump y Lagarde nunca dimensionaron, fue la insaciable voracidad de esa banda delictiva encabezada por la Famiglia Macri, por los Peña Braun, los Lopetegui, Caputo y Quintana; los Prat Gay y los Sturzenegger, ya que no hicieron el menor intento por salvar el proceso electoral y se dedicaron a fugar todo el dinero recibido. La oligarquía se considera dueña de la Argentina y también consideraron suyo ese dinero e hicieron lo que quisieron; después de todo, la historia les muestra que nunca debieron rendir cuentas, ni devolver nada, ni pagar con la cárcel por sus delitos.
Como dato relevante, es importante recordar que cuando el Gobierno Nacional y Popular fue recuperado en Bolivia, descubrieron que la usurpadora y dictadora Áñez había tomado deuda con el FMI. No solo enjuiciaron y encarcelaron a la golpista, sino que además DEVOLVIERON inmediatamente el Capital más los intereses al FMI, recuperando la soberanía económica y política para el pueblo de Bolivia.
En la Argentina no se pudo devolver nada, porque directamente se lo robó la mayor banda delictiva de los últimos 150 años. Pero queda la vía judicial para que alguien o algunos, terminen presos. Los cabecillas, por supuesto, no unos cuantos perejiles de tercera y cuarta línea.
Ante la derrota y no conforme con todo el daño ocasionado al pueblo, la banda se guardaba un último golpe: llevar el dólar a 60 pesos.
Entonces (y vuelvo al número que antes te dije que anotaras), si al momento del blanqueo, legalizaste un millón de dólares, de tener 15 millones 700 mil de pesos, pasaste a tener 60 millones de pesos para hacerte una fiesta comprando propiedades de la gente que desde tu propio gobierno ayudaste a fundirse y quebrar.
Ahora bien: se blanquearon 130 mil millones de dólares a 15,70 pesos (Cristina les entregó otro país y con un dólar a 9 pesos) e hicieron explotar el valor de la divisa estadounidense a 60 pesos antes de irse. El plan para fundir y saquear al país, fue todo un éxito.
Por eso Macri y las principales figuras de aquel Cambiemos de 2015 no son candidatos en estas elecciones intermedias, porque no pueden caminar tranquilos por las calles y porque están escondidos en sus cuevas del exterior. Muy distinto a lo que sí pudo hacer Cristina en las elecciones intermedias de 2017 con su Unidad Ciudadana, por una sencilla razón: porque ella nunca había traicionado a su pueblo y porque la verdad siempre encuentra mecanismos o herramientas para mostrarse en toda su desnudez.
Los dulces pollitos amarillos, gestionaron el Estado como los parásitos que siempre fueron, para terminar huyendo como gatos que robaron comida.
De estas elecciones depende que logremos mayoría en el Congreso, para así avanzar definitivamente en una profunda reforma del patriarcal sistema judicial, para que éste brinde un verdadero servicio de justicia en tiempo y forma, y con un sentido igualador.

Cuando tengamos justicia, su brazo dará alcance a esta gavilla de gatos en fuga y otra patria será posible. «Y pagarán su culpa los traidores».

Fuente: Javier Ernesto Guardia Bosñak

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