Cada tanto, un poema: «Los justos», de Jorge Luis Borges
Hoy Borges. Un poema que nos dice cosas complejas de manera muy sencilla. Quizás la parte más enigmática sea el último verso. Esa observación "...que se ignoran" me produce una satisfactoria inquietud. - Jorge T Colombo
Poema «Los Justos» (*), de Jorge Luis Borges (1899-1986) Poeta nacido en Argentina
Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. (1)
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. (2)
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson. (3)
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo. (4)
Notas de ContraInfo. Por Jorge T Colombo
(1) Voltaire, en su obra Cándido, nos quiere decir que cultivar nuestro jardín, finalmente, es lo único que justifica nuestra existencia y nos aleja de las aflicciones de este mundo.
(2) Probablemente se refiere a los tercetos finales de la «Divina Comedia» de Dante Alighieri.
(3) Robert Louis Stevenson (1850-1894) fue un escritor escocés a quien Borges admiró. Se trata del autor de «la Isla del tesoro» y «El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde» entre otras narraciones.
(4) Quizás la parte más enigmática sea este último verso. Esa observación «…que se ignoran» me produce una satisfactoria inquietud.
No todos los lectores de Stevenson pueden hacer algo por el mundo, pero algunos sí, aquellos que lo comprenden más allá de lo anecdótico. Lo mismo ocurre con ciertos gestos, como acariciar a nuestro perro. También acaricia a sus hijos el verdugo, antes de partir para la prisión en donde ejercerá su oficio.
(*) Por su parte Marcos Doño indica que «Los justos» se refiere al concepto talmúdico que refiere con esa palabra a aquellos que hacen el tikun olam, que em hebreo significa reparar el mundo. Y lo dice expresamente como aquellos que no se conocen entre si y hacen el bien.»
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