Carta de un “tarta” a un gordo
¿Sabés qué, Nico? Wado no es tartamudo, tiene una cicatriz de terror en la palabra desde el día en que escondido por su mamá en una bañera escuchó las balas que la destrozaron, a ella y a su compañero de entonces, balas iguales a las que antes mataron a su papá. Después se lo llevaron los milicos.
Por Eloy Rodríguez. De un “tarta” a un gordo. Hay oligarquía con olor a bosta. Aristocracia con olor a bosta. “Periodistas” con olor a bosta. Por eso te escribo sin respeto, porque respeto es un término muy difícil de entender para una medusa como vos. Que mal lo tuyo gordo.
Te escribe un “tarta” que se ríe de su defecto. Por eso soy “tarta”, no tartamudo porque mudo no soy. Entendiste el chiste, gordo. Un “tarta” que se da el lujo de conducir un programar radial sin “tartear” (casi escribo tartamudear), actividad que disimula casi un 90% mi “dislepsia liguística” otro chiste mío, gordo, como para aceptar lo que soy. Ah! Mis materias para recibirme de Contador Público las rendí en forma oral. Entendés gordo?
Realmente estoy molesto, aunque el agredido tiene una intelectualidad muy superior a la tuya y no tiene que haberle dado mucha bola a tu descerebrada burla, por tu discriminación hacia una persona con un pasado de militancia muy distinto al tuyo, a tu pasado donde la “meritocracia” es el más claro ejemplo de que personas sin más mérito que el tráfico de influencias los coloca en un lugar inmerecido, es decir no sirven para un carajo, solo sirven para actuar de marionetas de intereses inescrupulosos. Vas rumbo a ganar un Martín Fierro, como otro gordo que lo compró a precio vil por defender mafiosas conveniencias. Ya se va a ocupar del caso «El Padrino«. Te repito me río de mi defecto, porque así como hay “tartas” hay gordos boludos que dicen ser periodistas.
Pero sabés que pasa gordo, mientras vos sos un esbirro esclavo de un multimedio que se quedó con una empresa a punta de pistola hay otros que por defender un ideal pusieron los huevos que vos no tenés.
Le dijiste “tartamudo” a un tipo al que la dictadura les asesinó a sus padres. Un tipo que mientras sus padres eran vejados, torturados y luego asesinados, tuvo que soportar la crianza de otros padres que le dieron vida a un espécimen como vos.
No estoy muy seguro que tu sobrina quiera verte, porque la verdad no creo que se sienta orgullosa de tener un tío de tu calaña.
Si hasta el espermatozoide que te engendró (no te sientas susceptible gordo, puse engendró, no engendro) debe estar arrepentido de haber sido el espermatozoide más rápido.
Bueno hasta acá llegué, hay un olor a estiércol insoportable.
Fuente: Eloy Rodríguez
26 Respuestas en Carta de un “tarta” a un gordo