¿Cuánto de maldad y cuánto de estupidez?
Cuando uno la escucha a Laura Alonso decir: “Si nos faltaba algo, eran lo médicos, espías, comisarios cubanos”, se pregunta: ¿Cuánto y cuánto? ¿Cuánto de maldad y cuánto de estupidez?
Por Fernando Borroni. ¿Cuánto de maldad y cuánto de estupidez? ¿Es más peligrosa la maldad o la estupidez? Les aseguro que esta pregunta no es un juego. Urge saber si el malvado genera más daño que el estúpido. Seguramente la respuesta a temer es la conjunción de los dos. La maldad y la estupidez en una sola persona.
Cuando uno la escucha a Laura Alonso decir: “Si nos faltaba algo, eran lo médicos, espías, comisarios cubanos”, se pregunta: ¿Cuánto y cuánto? ¿Cuánto de maldad y cuánto de estupidez?
Cuando uno lo oye a Jorge Lanata decir: “¿Para que me encierro como un boludo si pasa un surfer y no lo paran?”, se pregunta: ¿Cuánto y cuánto? ¿Cuánto de maldad y cuánto de estupidez?
Cuando uno lee al actor Juan Acosta afirmar que él quiere 500 médicos de Harvard no de Cuba, se pregunto: ¿Cuánto y cuánto? ¿Cuánto de maldad y cuánto de estupidez?
¿Es una pregunta relativamente importante? Si, lo es y muy importante, porque estamos en medio de una batalla por la conductas, estamos en el epicentro de una batalla por recomponer la mirada sobre el otro y porque además no siempre hay que tolerar la estupidez, sobre todo en estos momentos.
El estúpido es aquel que muestra torpeza o falta de entendimiento para comprender las cosas, esta es la definición de los diccionarios, ante esto entonces podríamos compadecernos ante el estúpido, sin embargo estos estúpidos son peligrosos porque tienen una representación social…
La derecha es peligrosa y dañina, pero la derecha que además es bruta es peligrosa y asesina. Porque los dichos de estos estúpidos (quiero quitarle connotación ofensiva a esta palabra y posarme sobre su más riguroso concepto) «torpes que no logran comprender lo que sucede»…son peligrosos, porque si lo logran comprender y sin embargo dicen lo que dicen estamos hablando de otra cosa. Por eso me pregunto cuanto y cuánto.
Aveces no dimensionamos cuanto perforan estos dichos en la gente de a pie que construye su pensar, su subjetividad a partir de lo que los medios le digan. Imagínense si mucha gente comienza a repetir los dichos de Lanata y se pregunta: “¿para que me encierro como un boludo, si a tal o a cual no le hacen nada?” Si la sociedad comienza a hacerse eco de esto, entonces volvemos al «sálvese quien puede» en un momento en donde te salvas con el otro, (siempre te salvas con el otro, pero por estos días es más evidente) cuidando al otro y cuidándote a vos….
A veces se buscan grandes definiciones, nos regodeamos sobre cierta intelectualidad de los conceptos para explicar cómo se instala en una sociedad el «sálvese quien pueda», diciendo lo dicho por el periodista, por ejemplo.
A tal punto llega la estupidez o la maldad, o ambas, que en medio de una situación donde muere gente una dirigente política se lamenta que vengan cubanos, como manifestó Víctor Hugo Morales esta mañana. Así es… Prefieren que la gente se muera con tal que no vengan cubanos, ni más ni menos. La derecha siempre tuvo una relación bastante compleja con la vida y la muerte del otro, sobre todo de ese otro que le resulta ajeno o despreciable.
La derecha hace política en todo momento porque su política central ha sido siempre la especulación. De este lado pretendemos otra cosa de la política, vemos a la política como el instrumento para que la gente viva mejor, con más dignidad, con salud, en felicidad. El mundo también se divide entre aquellos que le extienden la mano al caído por el sólo hecho de haber caído y otros que le extienden la mano al caído si este se les parece. Si el caído es ese otro ajeno, diferente, quizás le convenga que este caído. Y esta mirada sobre la humanidad en estos momentos de angustia, de cuidado a la vida ayuda al virus, no ayuda a los hombres y mujeres…
El combo del miedo, la estupidez, la maldad y virus es temerario y se hace difícil de sostener. Hay que combatir a la estupidez como al virus…
Texto publicado con la autorización de su autor Fernando Borroni.
EXCELENTE apreciación de la realidad!!!
Sin duda la derecha es ignorante, con conocimientos tomados de la prensa engañosa que sólo se encarga de acrecentar la deformación de cerebros.
Presas fáciles del engaño, algunos porque son estúpidos otros porque son malvados y como dice la nota, más peligroso aún cuando son las dos cosas simultáneamente.