¿Gendarmería dirá, sobre Nisman, lo que necesitan Macri y Clarín?
Gendarmería Nacional Argentina -desmintiendo hasta el momento a Lejtman a Infobae y a Clarín- emitió un comunicado de prensa en el que indicó que no fue producido aún “ningún informe final conclusivo” en relación a las circunstancias de la muerte del fiscal.
Por Juan José Salinas. Román Lejtman, un ex periodista al servicio del gobierno ultraderechista de Israel (luego de haberlo estado al servicio del menemismo vía Carlos Corach, con quien conspiró para desviar la investigación del atentado a la AMIA) publicó que los peritos de la Gendarmería Nacional ya “concluyeron” que Nisman fue asesinado por killers tan profesionales que luego pudieron borrar todo rastro de su presencia.
Gendarmería dirá que lo mataron asesinos hiper profesionales (¿del comando
mixto venezolano-iraní entrenado en Cuba?) como quiere el gobierno y dictó Clarín.
La nota de Román Lejtman motivó una desmentida de la Gendarmería que dijo, en esencia, que todavía no llegó indubitablemente a tal conclusión, aunque la lectura del despacho de Télam (que se ofrece aquí, a continuación) no deja dudas acerca de que llegará a ella en los próximos días, hasta el punto de que un perito tan prestigioso como el veterano Mariano Castex (que asistía a la junta en representación de Diego Lagomarsino) puso distancia del maloliente estofado cuyos detalles se ultiman. Ello está también implícito en el último párrafo de la “primicia” de Lejtman, que presenta al impresentable fiscal Eduardo Taiano como árbitro imparcial… para seguidamente adelantar que se encuentra preparando “una serie de medidas que causarán conmoción (…) unos días antes de los comicios del 22 de octubre”.
No puede extrañar ya que el 28 de mayo pasado, hace tres meses y medio, cuando los peritos de Gendarmería iban a iniciar su labor, Clarín vaticinó que llegarían a la conclusión de que Nisman había sido asesinado.
Todo es tan pero tan obvio que da asco.
Me enteré de que Gendarmería había desautorizado al Mosso Lejtam, cuando Cristina le cerró el pico a Luis Novaresio, que había iniciado con dicho estoque su larga ofensiva en torno a los temas Nisman y AMIA, que obsesionan al establishment porque en ellos todos, políticos, policías, servicios, dueños de medios de difusión y muchos periodistas, están requete sucios.
Los dejo con Lejtman y después con Télam.
Crimen y justicia
Veintiocho especialistas de la fuerza llegaron a una conclusión terminante: el fiscal fue asesinado de un tiro en la cabeza por profesionales que “limpiaron” el escenario para simular un suicidio.
Por Román Lejtman / Infobae. Hace pocas horas, en el Edificio Centinela de la Gendarmería Nacional, se debatió un interrogante que cruza a la sociedad argentina y tiene repercusión internacional: ¿Alberto Nisman fue asesinado por denunciar un pacto para encubrir el atentado de la AMIA?
El debate técnico se hizo frente a una réplica exacta del baño donde apareció muerto el fiscal federal, y tuvo como protagonistas a 34 peritos que representaban a las partes en conflicto y a la Gendarmería, designada por la justicia para determinar si a Nisman lo mataron o se suicidó.
La Gendarmería tiene una conclusión terminante: el fiscal fue asesinado de un tiro en la cabeza, que se intentó ocultar modificando el escenario del crimen, para simular un presunto suicidio gatillado por una eventual crisis anímica.
La Gendarmería desplegó veintiocho peritos que exhiben distintas especialidades, desde expertos en balística a psicólogos. Mientras que los estudios Lanusse y Romero Victorica –querellantes-, y Rusconi –defensor de Diego Lagomarsino-, se presentaron con seis peritos en el Edificio Centinela, escenario clave de la pericia que terminó con la principal incertidumbre del caso Nisman.
Para los peritos de la Gendarmería y de los estudios Lanusse y Romero Victorica ya no hay dudas respecto a lo que sucedió con Nisman. Fue asesinado. Y las evidencias son las siguientes:
Se hicieron tres pericias (en La Plata y Salta) que comprobaron que el arma usada para matarlo deja residuos de disparo, mientras que no encontraron ningún resto de pólvora en Nisman cuando revisaron su cadáver.
El arma fue encontrada en la puerta del baño al lado del cuerpo, lo que demuestra que le dispararon y tiraron la pistola junto al cadáver.
El disparo fue hecho detrás de la oreja y en forma perpendicular, y no se apoyó el caño. Ese no es un procedimiento habitual en un suicida. No hay forma física de hacerlo.
Nisman tenía un golpe en la pierna izquierda y otro en la cabeza. Son golpes profesionales para reducir a una víctima, que no encuadran en una hipótesis de suicidio.
Se encontraron restos de Ketamina, una sustancia usada para apaciguar a una probable víctima. No se hallaron rastros de esta sustancia en la vivienda que utilizaba el fiscal federal.
Nisman recibía en su departamento a la madre, a las dos hijas, a sus dos secretarios, a la señora del personal doméstico, a sus custodios, a sus amigos y a Lagomarsino. Tras conocerse su muerte, se hizo una pericia para recoger huellas, y solo se encontraron dos muestras que pertenecían al fiscal asesinado. Y nada más. Es decir: los asesinos de Nisman limpiaron todas las huellas.
La semana próxima, todos los peritos volverán a encontrarse en el Edificio Centinela. Cumplirán con el rito del artículo 252 del Código de Procedimiento Penal que ordena la elaboración de las conclusiones, para luego elevarlas a la justicia federal.
Esta instancia procesal no tiene misterios. La defensa de Lagomarsino asegurará que fue suicidio, mientras que la Gendarmería y los peritos de la querella sostendrán lo contrario. Es decir: a Nisman lo mataron a sangre fría. Una faena política ejecutada por profesionales.
Con esas conclusiones, el fiscal federal Eduardo Taiano deberá decidir si avala la pericia de la Gendarmería o sostiene la hipótesis del suicidio. Taiano ya prepara una serie de medidas que causarán conmoción en la sociedad argentina. Esto ocurrirá unos días antes de los comicios del 22 de octubre.
Nisman – Investigación
La Gendarmería entregará a fin de mes el informe final sobre la muerte de Nisman
La Gendarmería Nacional le entregará a la Justicia a fin de este mes el informe con las conclusiones recogidas en torno a la reconstrucción de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien fue encontrado en el baño de su casa muerto de un disparo en la cabeza el 18 de enero de 2015.
Aunque algunas fuentes vinculadas a la investigación aseguraron que el informe dirá que “Nisman no se suicidó”, el fiscal Eduardo Taiano, que fue quien ordenó el informe, todavía no recibió las conclusiones, según informaron fuentes judiciales.
En tanto, este mediodía, y frente a informaciones periodísticas que dieron cuenta de que las pericias de Gendarmería habrían determinado que el ex titular de la UFI-Amia fue asesinado, esa fuerza de seguridad emitió un comunicado de prensa en el que indicó que no fue producido aún “ningún informe final conclusivo” en relación a las circunstancias de la muerte del fiscal.
“Gendarmería Nacional informa que, a la fecha, la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Institución no produjo ningún informe final conclusivo en el marco de la junta interdisciplinaria respecto a las pericias del denominado mediáticamente ‘caso Nisman’”, indicó en el texto y agregó que, “al momento de arribar a conclusiones periciales finales, éstas serán presentadas ante las autoridades judiciales pertinentes para su consideración”.
En tanto, de fuentes judiciales se pudo saber que el informe -elaborado por una la junta interdisciplinaria compuesta por 23 especialistas de Gendarmería y por peritos de parte- será entregado después del 20 de septiembre, según informaron a Télam fuentes con despacho en los tribunales de Comodoro Py.
El informe final será el producto de seis meses de deliberaciones que derivaron en una recreación del escenario de la muerte de Nisman, realizada ayer en un escenario similar al baño en el que fue encontrado, montado para la ocasión en el edificio Centinela, de la Gendarmería.
La junta interdisciplinaria, que se reúne todos los miércoles, fue dirigida por los comandantes mayor Orlando Caballero y Alejandro Piñeiro, y contó con la participación de peritos de parte de las querellas de la madre de Nisman y de las hijas, y de la defensa del perito informático Diego Lagomarsino.
Uno de los peritos por parte de Lagomarsino, Mariano Castex, solicitó una licencia semanas atrás por “motivos personales”, aunque Télam pudo reconstruir que se distanció del caso porque entendía que había “irregularidades” en el desarrollo de la junta.
Fuentes de la investigación informaron a Télam que se estima que habrá al menos dos informes: uno de mayoría, firmado por los especialistas de la Gendarmería y por los peritos de las querellas, y otro de disidencia, con conclusiones distintas, de la defensa de Lagomarsino.
El fiscal del caso AMIA fue hallado muerto en el baño del departamento que habitaba en Puerto Madero el 18 de enero de 2015, cuatro días después de denunciar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el presunto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA.
Nisman estaba tirado sobre un charco de sangre y bajo su cuerpo estaba el arma desde la cual había salido el disparo que le perforó la cabeza: la pistola calibre 22 era propiedad de Lagomarsino, que le dijo luego a la justicia que el fiscal se la había pedido prestada.
Fuente: Pájaro Rojo