Diccionario político de bolsillo

Alianza, s. En política internacional la unión de dos ladrones cada uno de los cuales ha metido tanto la mano en el bolsillo del otro que no pueden separarse para robar a un tercero.

Vocabulario político para estos tiempos

Vocabulario político para estos tiempos

Por Rogelio Flores. Ayer, mientras escribía la entrada sobre Trump y las maneras con que se hizo de la presidencia de los Estados Unidos, pensé en como mis parámetros para entender la política y lo que pasa con el poder han cambiado.

Yo egresé de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y aunque estudié comunicación, tuve una formación al respecto, casi un 30% o más de mi carrera, tuvo que ver con textos relacionados a la ciencia política y la historia. Sin embargo, el texto con el que yo me sentí más cómodo (e incluso, feliz), no fue de estas disciplinas, sino uno literario.

Son muchas las razones por las que amo la literatura, y una de ellas es que sin adoctrinar, ni hacer apología del poder, describe perfectamente cómo operan los políticos en su tiempo y su espacio. Yo no encontré eso en la historia y mucho menos en el periodismo, que siempre encuentra las maneras de venderse como objetivo.

El norteamericano Ambroce Bierce, con El Diccionario del Diablo consigue hacer una disección de cómo se vivía la política en su contexto, en su aquí y su ahora.

Y no ha cambiado mucho qué digamos. Sus percepciones y definiciones sobre los temas y conceptos de la democracia moderna parecen escritos apenas hoy día. El libro es, como lo dice su título, una suma diversos términos ordenados en orden alfabético, pero descritos en su significado real, más allá de etimologías o definiciones, sí con el tono académico, didáctico y enciclopédico de los diccionarios, pero también con mucha mala leche, ironía, sarcasmo y sinceridad.

Para muestra, hice una selección de términos políticos que usamos a diario, y que siempre conviene tener a mano cuando escuchamos a un político, más cuando es un demagogo. Ojo a la palabra favorita de los reaccionarios: patriotismo.

Alianza, s. En política internacional la unión de dos ladrones cada uno de los cuales ha metido tanto la mano en el bolsillo del otro que no pueden separarse para robar a un tercero.

Año, s. Período de trescientos sesenta y cinco desengaños.

Candidato, s. Caballero modesto que renuncia a la distinción de la vida privada y busca afanosamente la honorable oscuridad de la función pública.

Congreso, s. Grupo de hombres que se reúnen para abrogar las leyes.

Elector, s. El que goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros.

Fidelidad, s. Virtud que caracteriza a los que están por ser traicionados.

Futuro, s. Época en que nuestros asuntos prosperan, nuestros amigos son leales y nuestra felicidad está asegurada.

Gobierno monárquico, s. Gobierno.

Historia, s. Relato casi siempre falso de hechos casi siempre nimios producidos por gobernantes casi siempre pillos o por militares casi siempre necios.

Independiente, adj. En política, enfermo de autorespeto. Es término despectivo.

Paciencia, s. Forma menor de la desesperación, disfrazada de virtud.

Patriota, s. El que considera superiores los intereses de la parte a los intereses del todo. Juguete de políticos e instrumento de conquistadores.

Patriotismo, s. Basura combustible dispuesta a arder para iluminar el nombre de cualquier ambicioso. En el famoso diccionario del doctor Johnson, el patriotismo se define como el último recurso de un pillo. Con el respeto debido a un lexicógrafo ilustre, aunque inferior, sostengo que es el primero.

Política, s. Conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios. Manejo de los intereses públicos en provecho privado.

Político, s. Anguila en el fango primigenio sobre el que se erige la superestructura de la sociedad organizada. Cuando agita la cola, suele confundirse y creer que tiembla el edificio. Comparado con el estadista, padece la desventaja de estar vivo.

República, s. Nación en que, siendo la cosa que gobierna y la cosa gobernada, una misma, sólo hay autoridad consentida para imponer una obediencia optativa. En una república, el orden se funda en la costumbre, cada vez más débil, de obedecer, heredada de nuestros antepasados que cuando eran realmente gobernados se sometían porque no tenían otro remedio. Hay tantas clases de repúblicas como grados entre el despotismo de donde provienen y la anarquía adonde conducen.

República, s. Entidad administrativa manejada por una incalculable multitud de parásitos políticos, lógicamente activos pero fortuitamente eficaces.

Senado, s. Cuerpo de ancianos que cumple altas funciones y fechorías.

Sufragio, s. Expresión de la opinión por el voto. El derecho de sufragio (que se considera también un privilegio y un deber) significa, tal como se interpreta comúnmente, el derecho a votar por el hombre que ha elegido otro hombre, y es altamente apreciado. La negativa a ejercerlo lleva el feo nombre de “incivismo”. El incivil, sin embargo, no puede ser procesado por su crimen, porque no hay acusador legítimo.

Si el acusador es en sí mismo culpable carece de peso en el tribunal de la opinión; si no lo es, se beneficia con el crimen, ya que la abstención electoral de A confiere mayor peso al voto de B.

Voto, s. Instrumento y símbolo de la facultad del hombre libre de hacer de si mismo un tonto y de su país una ruina

Fuente: Tocomadera

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Una respuesta en Diccionario político de bolsillo

  1. Oreste Ona. 16 diciembre, 2016 en 12:18 am

    Segun veo se esta refiriendo exactamente a Mexico.

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