Hillary Clinton y el nuevo «eje del mal»
En el terrible espectáculo en que se ha convertido la segunda vuelta de la interminable pelea entre Trump y Clinton, una vez más Donald Trump se anotó un punto racional cuando expresó su deseo de normalizar las relaciones con Rusia.
Por Pepe Escobar. Una cuestión de vida o muerte. El «Eje del mal» de Hillary Clinton. Anticipando un resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos como una repetición del triunfo arrollador de Nixon en 1972, también Hillary puso en circulación –al mejor estilo George W. Bush– una nueva versión del eje del mal: Rusia, Irán y “el régimen de Al-Assad”.
La jugada por el cambio geopolítico es obvia. Por mucho que Erdogan pueda estar girando y girando como un derviche de la política, es imposible entenderle y creerle, y que Putin sea un maestro en el juego de largo plazo, los intereses de Moscú y Ankara tienden a converger en el Nuevo Gran Juego; esto explica una integración más estrecha en el amanecer del «Siglo Eurasiano».
¿Cambio de régimen en Rusia o guerra total?
En el terrible espectáculo en que se ha convertido la segunda vuelta de la interminable pelea entre Trump y Clinton, una vez más Donald Trump se anotó un punto racional cuando expresó su deseo de normalizar las relaciones con Rusia. Pero esto es un absoluto anatema para el Partido de la Guerra, lo mismo que para la nebulosa neocon**/neoliberalcón del eje Washington-Wall Street.
Clinton, la máquina de hacer dinero controlada por los demócratas, condenó otra vez a Trump por ser funcional a Putin mientras muchos desconcertados republicanos castigaron a Trump por ir por libre e ignorar a “la corriente dominante del pensamiento republicano”.
He aquí lo que respondió Trump: “Al-Assad no me gusta en absoluto, pero él está matando al Daesh. Rusia está matando al Daesh e Irán está matando el Daesh”.
El punto de vista que tiene Trump sobre Oriente Medio es destruir el EI/ISIS/ISIL/Daesh. Eso es lo que el asesor y ex director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), teniente general retirado Michael Flynn, ha infiltrado en el espacio notablemente limitado de la atención de Trump.
Flynn habría admitido oficialmente que el desarrollo del Daesh había sido una decisión deliberada de la administración Obama. Aun así en su deshilvanado libro Field of Fight (Campo de batalla), Flynn insiste en que “los rusos no han sido muy eficaces en su lucha contra el yihadismo en su propio territorio”, están “conchabados con los iraníes” y “la mayor parte de sus acciones apuntan hacia los oponentes del régimen de Al-Assad”. Este es un mantra neocon; no es sorprendente que el coautor del libro mencionado sea el neocon Michael Leden.
Tanto algunos poco fiables “expertos” de salón del Instituto Americano de Empresa (AEI, por sus siglas en inglés) y del Instituto de Política para Oriente Cercano de Washington (WINEP, por sus siglas en inglés) como algunos ex consejeros del departamento de Estado, están de acuerdo en que el ridículo punto de vista del remozado eje del mal –hoy en día totalmente adoptado por Hillary– no tiene utilidad contra los yihadistas; los buenos muchachos que están haciendo el trabajo difícil son los de la “coalición liderada por Estados Unidos”. Y la maldición caiga sobre quienes se atrevan a criticar a los “relativamente moderados” respaldados por la CIA.
Lo que dijo Trump es anatema no solo para los republicanos del establishment que desprecian a Obama por no oponerse al renovado eje del mal adoptado por Hillary. El verdadero pecado mortal es que “ignora” los supuestos sostenidos por los dos partidos que están en la esencia de la política exterior de Estados Unidos y que son tenidos por tan sagrados como la Biblia.
Así debe leerse el éxito del sabotaje del neocon Ash Carter contra el cese del fuego Kerry-Lavrov llevado adelante por el Pentágono, que habría implicado bombardeos aéreos coordinados tanto contra el Daesh como contra el Frente para la Conquista de Siria, antes conocido como Jabhat al-Nusra, esto es, al-Qaeda de Siria.
Los neocons y los republicanos de la corriente dominante culpan al equipo del ‘pato cojo’ Obama por la “nefasta dependencia” respecto de Rusia e Irán. Y en lo más alto del altar de la corrección reina la histeria, con el neocon que preside la NED*** haciendo un llamamiento al gobierno de Estados Unidos para pedirle que promueva un cambio de régimen en Rusia.
¿Preparados para la guerra nuclear?
Hillary Clinton no se cansa de decir que Estados Unidos no está en guerra contra el islam. De hecho, Estados Unidos está en guerra en Afganistán, Irak, Siria, Yemen, Somalia, y zonas tribales de Pakistán; involucrado en una guerra encubierta en Irán; y ha destruido totalmente Libia. No es difícil hacer las cuentas.Además, la frustrada conversación sobre que ahora Washington avanzaría un Plan C para Siria es algo absurdo. Nunca ha habido un Plan B; solo un Plan A, que pretendía meter a Rusia en otro Afganistán. No funcionó debido a la demolición controlada de Ucrania. Y no funcionará en Siria, mientras Moscú tenga la voluntad de proporcionar mucho apoyo aéreo y misilístico pero no de involucrar fuerzas importantes de infantería. Ese es un trabajo para el ejército árabe sirio (SAA, por sus siglas en inglés), Irán y sus milicias chiíes, y Hezbollah.
Ash Carter ha amenazado a Rusia con “consecuencias”. Después de hacer saltar por los aires el alto al fuego, el Pentágono –apoyado por la Jefatura de Estado Mayor Conjunta– está dando pábulo a la idea de “posibles ataques” contra la fuerza aérea siria para “castigar al régimen” por lo que en realidad hizo el Pentágono: torpedear el cese del fuego. Es imposible maquillar esto. Rápidamente, el general Igor Konashenkov, portavoz del ministerio de Defensa ruso, envió un mensaje a “nuestros colegas de Washington”: “si creéis que podéis conseguir algo lanzando una guerra abierta ‘en la sombra’ contra Rusia más vale que os lo penséis dos veces. Rusia tendrá en la mira a cualquier avión furtivo o no identificado que intente atacar blancos del gobierno sirio y lo derribará. Entonces, la única cuestión es si acaso un Pentágono fuera de control –mediante ataques con bandera falsa u otros– obligaría a que la fuerza aérea de Rusia derribara aviones de combate estadounidenses y si Moscú tiene el poder de fuego para realizar estas acciones”.
Por lo tanto en este lapso de tres meses de “agonía” de la era Obama, antes de la probable entronización de la Reina de la Guerra, la cuestión es si el Pentágono se arriesgará a lanzar la Tercera Guerra Mundial debido a que “Aleppo está cayendo”.
En última instancia, las cosas están encaminadas a ir cada vez peor. El gobierno de Estados Unidos mantiene abierta la opción de ser el primero en atacar con armas nucleares contra Rusia. Hillary apoya con firmeza esta posibilidad, mientras que Trump ha dejado claro que él “no sería el primero en atacar”.
La posibilidad de que la profesional del ‘eje del mal’ Hillary Clinton tenga el dedo sobre el botón nuclear debe ser considerada como la cuestión primordial de vida o muerte en este circo global en el que vivimos.
* La expresión Beltway [Carretera de circunvalación»] en el lenguaje norteamericano es utilizada para referirse a los asuntos que son, o parecen ser, importantes sobre todo para los funcionarios del gobierno federal de Estados Unidos, sus contratistas y grupos de presión, y para los grandes medios de comunicación, en contraste con los intereses y prioridades de la población general de Estados Unidos. Beltway se refiere a la Interestatal 495, Capital Beltway, una autopista de circunvalación que rodea Washington, DC (la capital de la Estados Unidos) desde 1964. Algunos emplean la palabra como una metonimia de información privilegiada del gobierno federal.
** Neocon: Es la forma abreviada de neoconservador: la ideología política de personas que fueron liberales, del partido Demócrata o de sectores izquierdistas y que adoptaron posiciones conservadoras. En EE.UU. el movimiento neoconservador se consolidó en los 60; y el término neocon se popularizó en los 70. (N. de la E.).
*** NED son las siglas de National Endowment for Democracy, una “fundación sin ánimo de lucro que se dedica al crecimiento y fortalecimiento de las instituciones democráticas en todo el mundo”, según declara en su propia página web: http://www.ned.org/. (N. del T.)
Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007), Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge y Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Su último libro es Empire of Chaos. Puede contactarse con él en: [email protected]
Fuente: Katehon
Solo hay un eje del mal… y son los 2 partidos derechistas de los estados mendigos unidos es decir «GRINGOLANDIA».