Historia y mitos del cristianismo
Irina Svenstskaia enunció una evidencia, al afirmar que nunca existió una doctrina cristiana única y armoniosa y que los cristianos discutieron, permanentemente, unos con otros, sobre los dogmas
Por Miguel Urbano Rodrigues. Releyendo Os Primeiros Cristãos, Páginas de História, de Irina Sventsitskaya, medité durante dias sobre la milenaria busca de dios por el hombre. Fue tan intensa esa reflexión que dediqué las ultimas semanas a releer el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Contrainfo.com
Habia leído el ensayo de la historiadora soviética cuando fue editado en Portugal hace un cuarto de siglo; pero entonces no le presté la atención que merecia.
En su importante trabajo Irina Sventistskaia se ocupa de mitos y leyendas que en Occidente surgieron sobre los primeros cristianos .
Su estudio comparativo de los llamados Evangelios Sinópticos o Canónicos (Marcos, Mateo, Lucas y Juan ) sacralizados por la Iglesia y de los apócrifos ( Pedro, Tomé, Tiago, Filipe, André y otros) no reconocidos por Roma , asi como de las Epístolas de Pablo y sentencias de muchos profetas hebreos, sigue actualísimo.
La autora subraya que la dificultad de reconstruir la predicación inicial de la doctrina de Jesus depende mucho de las fuentes conocidas pero también de disputas y conflictos, antes que la Iglesia elaborara sus dogmas.
Irina alerta para el significado de la absorción, por el cristianismo primitivo, de múltiples concepciones religiosas y éticas ampliamente difundidas en el espacio del imperio Romano.
Décadas después de la muerte de Jesús, el cristianismo propagado por sus discípulos y apóstoles, se había difundido mucho en Oriente cuando los evangelios canónicos empezaron a ser escritos. Pero entonces ya generaban polémicas las contradicciones y omisiones de los textos sinópticos relativos a las actividades y predicas de Jesús.
En lo fundamental, los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas coinciden. Sin embargo, Marcos omite el nacimiento del Mesías y la virginidad de la madre. Mateo y Lucas atribuyen al carpintero José, el padre, una genealogía que lo hace descendiente de David. Hay que recordar que según la religión hebraica, el Mesías seria de la estirpe del rey David.
Marcos cita los nombres de cuatro hermanos de Jesus: Tiago, José, Simon y Judas. Según Marcos, Mateo y Lucas, la región de Galilea fue el escenario principal de la predica de Jesús; para Juan , el Mesías predicó, sobretodo, en Judea.
La temática de la esencia de Jesús -humana o divina, o las dos- generó incontables polémicas, originando rupturas que dividieron a los primitivos cristianos. Los nestorianos, que han introducido el cristianismo en Iraq, Iran, Asia Central y en el Extremo Oriente, atribuyen a Jesús (el Mesías, o sea Cristo) dos naturalezas, la humana y la divina, que se fundían. Pero los monofisitas, que influenciaron mucho las iglesias de Arménia y Georgia y la copta de Egipto, definían su naturaleza como una e indivisible.
El dogma de la Santisima Trinidad (unidad de dios en el padre, el hijo y en el espíritu santo), impuesto en 381 por el Concilio de Constantinopla, no puso fin a las disputas sobre el nacimiento de Jesús.
Para muchos, María concibió a Jesús por la intervención del Espíritu Santo, sin relación sexual. Los hermanos del niño serian hijos de una compañera anterior de José. Según otros, esos hermanos eran, en realidad, primos.
Las cuestiones lingüísticas influyeron en las polémicas entre cristianos. Jesús predicó en arameo, el idioma hablado en Palestina (el hebreo era solamente una lengua religiosa), y los evangelios sinópticos, según la mayoría de los historiadores, fueron redactados en griego. Discrepancias insanables serian resultantes de las traducciones.
Las sentencias de Jesús, sus discursos y predicas también difieren de evangelio a evangelio, tal como el papel del romano Poncio Pilatos, del rey Herodes y del sacerdote Caifás, en los acontecimientos que precedieron la crucifixión del Mesías.
Los historiadores romanos escribieron poco sobre Jesús y su martirio. Fue solamente cuando esa religión desconocida llegó a Roma que mereció su atención, para condenarla.
Los judíos la exorcizaron. Para Celso, un filósofo del siglo II, María era una hilandera ignorante y el padre de Jesús no fue el carpintero José pero, sí el amante de la falsa inmaculada, un soldado romano, desertor .
Tampoco existe unanimidad sobre la motivación del emperador Constantino, para conceder protección a los cristianos antes de oficializar su religión.
La mayoría admite que tomó esa decisión por haber comprendido que la organización religiosa de los cristianos, entonces ya numerosos, le podía proporcionar un apoyo político más importante que el de los sacerdotes del panteón greco-romano.
De ser asi, no se equivocó.
De perseguida, la cristiandad pasó a perseguidora cuando fue nombrada religión oficial. Empezó inmediatamente a dirigirse al emperador y al aparato de estado para resolver sus problemas internos y castigar a los adeptos de otras religiones.
Un ejemplo: los obispos de Galia, reunidos en Arles, en el siglo IV, amenazaron de excomunión a los cristianos que desertasen del ejército imperial.
Simultaneamente, la iglesia ortodoxa de Constantinopla, que se autointitulaba entonces «universal», declaró heréticas todas las religiones cristianas que no aceptaban sus dogmas.
Contra convicciones comunes fue muy lenta la formación de la jerarquía de la Iglesia. Inicialmente, los obispos (al tiempo llamados presbíteros) no tenían funciones religiosas, eran meros funcionarios administrativos, sin poder sobre los feligreses. Podían incluso casarse. Los apóstoles, con la excepción de Juan, fueron todos casados. El celibato solamente fue impuesto en la iglesia católica después del Concilio de Trento, en el siglo XVI.
Pablo contribuyó decisivamente para el ascenso de los obispos. En sus epístolas repetía que la gracia de los apóstoles pasara para los obispos. Los cristianos debían seguirlos «como ovejas».
La tradiciónn cristiana hace remontar la sucesión de los obispos al apóstol Pedro. Pero se trata de una mentira. Los nombres de los primeros, son falsos. Fue ya en el cuadro de divergencias con la Iglesia Ortodoxa de Bizancio que tuvo inicio la tradición de que el Papa, jefe de la cristiandad católica, sea el obispo de Roma.
Irina afirma que la posición de Jesús, ante la riqueza y la pobreza, marcada por muchas contradicciones. Dirigiéndose sobre todo a los pobres, repitió insistentemente que era difícil a un rico entrar en el reino de los cielos. Pero la renuncia a la riqueza le aparecía como un medio para recibir la recompensa del Señor. Sin embargo, nunca la condenó explícitamente, como tampoco el sometimiento a un poder extranjero. Su celebre respuesta a una pregunta sobre el pago del tributo a Roma -dad a César lo que es de César y a dios lo que es de dios- continua suscitando controversia; incomoda los cristianos.
Igualmente incómoda para la cristiandad es la tentación que Jesús sintió en el desierto. Como profeta podía sentir tentaciones, pero no como ser divino.
La actitud de Jesús frente a la religión mosaica (pre judaísmo) fue también ambigua. Su conflicto con los sacerdotes del Templo, no apaga su respeto por algunos rituales hebreos. Su herencia judía transparece de una sentencia famosa encontrada en un papiro:«si no guardas el sábado no verás al padre». La ruptura total del cristianismo con el judaísmo fue posterior a las epístolas de Pablo.
En lo que concierne al culto mariano, se olvida que surgió como fenómeno tardío a fines del siglo IV.
En el Nuevo Testamento, son escasas las informaciones sobre la madre de Jesús. Los primeros cristianos le han prestado atención mínima. En las Epístolas de Pablo, ni siquiera es mencionada. Fueron los evangelios apócrifos, los que han difundido la imagen legendaria de la Virgen María.
El llamado Evangelio de los Hebreos, atribuye a Jesús una afirmación polémica: «El espíritu santo es mi madre». En las parábolas, metáforas y alegorías de Jesús, no hay referencias a María.
El culto de María fue instituido por la Iglesia a partir del fin del siglo IV, pero la «inmaculada» solamente fue reconocida oficialmente como «madre de dios» en 431; las fiestas en su honor han sido introducidas bien más tarde, coincidiendo con fechas de fiestas paganas. Con el tiempo, el culto mariano adquirió una expansión impresionante. Hoy, la Virgen María, es adorada en decenas de países con nombres diferentes. En Portugal tenemos, entre otras, la milagrera Nuestra Señora de Fátima.
Los manuscritos gnósticos encontrados en Egipto, después de la segunda guerra mundial, fueron considerados heréticos por las Iglesias católica y ortodoxa e por diferentes iglesias protestantes, mas dejaron huellas en la dogmática cristiana, abriendo nuevas polémicas sobre la vida y mensajes de Jesús.
Irina Svenstskaia enunció una evidencia, al afirmar que nunca existió una doctrina cristiana única y armoniosa y que los cristianos discutieron, permanentemente, unos con otros, sobre los dogmas, la ética y los rituales de su religión, divergiendo incluso sobre el nacimiento y la muerte de Jesús, el Mesías.
El lucido ensayo de Irina nos hace recordar que el cristianismo fue creado por «hombres que pretendían encontrar una salida ilusoria para el impase sociopsicologico» en que se encontraba la sociedad arcaica de Palestina.
Fueron los arquitectos de una religión que tuvo influencia decisiva en el rumbo de la humanidad. Pero su ambiciosa meta no podía ser alcanzada.
Transcurridos 20 siglos, el balance de la participación de la Iglesia como institución -nombradamente la católica- es muy negativo. Apoyando los opresores contra los oprimidos, asumiendo los intereses de los poderosos, sobretodo el alto clero, negó el mensaje y el pensamiento de Jesús.
Fuente: GlobalResearch