Por Roberto Castellanos. Damasco, 10 de septiembre de 2014 (PL) – En Washington y en varias capitales europeas se frotan las manos, pues las amplias zonas de Iraq y Siria controladas por el extremista Estado Islámico (EI) le abre las puertas a Occidente a una intervención a gran escala en el Oriente Medio. Contrainfo.com
La ofensiva del EI le permite, además, cumplir un viejo sueño: la balcanización de la región, que posee los principales yacimientos de hidrocarburos del mundo.
«EE.UU. permitió que el Estado Islámico creciera. En 2010 Siria invitó a Washington a cooperar para combatir grupos extremistas. EE.UU., en cambio, los armó», escribe WikiLeaks en su cuenta de Twitter y filtra respectivos cables diplomáticos.
Con decenas de miles de hombres, armamento sofisticado y abundante financiamiento, el Daesh (acrónimo en árabe de ese grupo) pasó de una minúscula formación a representar una verdadera amenaza para Iraq y Siria.
Decapitaciones, crucifixiones, violaciones sexuales, asesinatos masivos y otros crímenes en las zonas que controla, convierten a esa agrupación en sinónimo de terror.
El Estado Islámico y el Frente al Nusra, brazo de Al Qaeda en Siria, fueron capaces de crecer gracias a las donaciones de los aliados de la Casa Blanca en el Golfo Pérsico, estimó Andrew Tabler, experto del Washington Institute for Near East Policy.
Durante los últimos tres años, Damasco denunció el respaldo exterior a los grupos armados y advirtió el peligro que representaban para la región y el mundo, pero sus palabras fueron ignoradas.
¿Para qué crear estar organización terrorista?
De acuerdo con documentos publicados por Edward Snowden, en Wikileaks, el propósito de esta organización, es la salvaguarda del Estado Sionista, a través de la implementación del “nido del avispón” por medio de la creación de lemas religiosos e islámicos, de tal manera que “la única solución para la protección del Estado judío es crear un enemigo cerca de sus fronteras”, señaló Snowden.
En ese sentido, las filtraciones de Snowden descubren que el Mossad procuró el entrenamiento militar, cursos de oratoria y teología, al líder del Estado Islámico, Abu Bakr Al Baghdadi.
El Estado islámico (EIIL o ISIS), ha desatado un violento levantamiento en Irak. Aunque no se conocen los datos exactos del financiamiento de ISIS se piensa que controla 2.000 millones de dólares y se compone de 10.000 combatientes, lo que permite a este grupo combatir exitosamente contra el Ejército iraquí y así intentar controlar una región que se extiende desde la ciudad de Alepo en Siria, hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar en Irak.
Cabe señalar que el grupo armado islámico ISIS, se unió oficialmente en 2004 a la organización terrorista de Al Qaeda, de la cual fue fundador Osama Bin Laden, quien a su vez fue financiado por la Agencia de Investigación e Inteligencia de Estados Unidos (llámese CIA), está documentado y reconocido el financiamiento al menos durante la batalla contra las tropas de la Unión Soviética, aunque diversos expertos y periodistas señalan que la relación pudo ser más longeva.
En ese sentido, la proximidad entre estos dos grupos terroristas favoreció la expansión del Estado Islámico y la muerte de muchos ciudadanos iraquíes. Además, según los expertos el EIIL o ISIS es más poderoso que Al Qaeda, la organización de la cual anunció su separación este año.
El ISIS controla gran parte del territorio de Irak, así como parte de Siria; no obstante otros grupos insurgentes han rechazado e incluso combatido la presencia de ISIS, tal es el caso del Ejército Libre Sirio, el Frente Islámico y el Frente Al Nusra. (Información al Desnudo)
Con el argumento de combatir el terrorismo, ahora la Casa Blanca inició bombardeos en Iraq, país que invadió en el 2003, y amenaza con extenderlos a la vecina nación, en la mira desde hace varios años.
Sin embargo, muy pocos hablan del ajedrez que impulsan Washington y otros actores internacionales y regionales como parte del gran juego geopolítico.
Las actuales fronteras de la región (con alguna que otra variación) datan del fin de la I Guerra Mundial (1914-1918), cuando Gran Bretaña y Francia aplicaron el acuerdo secreto de Sykes-Picot para dividirse la zona.
Precisamente esas demarcaciones impuestas por potencias extranjeras fueron siempre un elemento perturbador y de fricciones entre los países árabes durante décadas, azuzados convenientemente por Occidente.
El empleo de diferencias políticas, religiosas, fronterizas y hasta económicas propiciaron los planes para balcanizar el Levante.
El objetivo es lo que muchos politólogos conocen como “la teoría del caos constructivo”, que permitiría a las antiguas metrópolis y a Estados Unidos remodelar y dibujar nuevas fronteras e instaurar gobiernos afines en la región.
La Casa Blanca desarrolló en los años 90 una nueva estrategia llamada Redirección, en la cual los takfiríes (extremistas sunitas) juegan un papel importante para convertir el área en un polvorín, señaló Mahdi Darius Nazemroaya, sociólogo e investigador del Centre for Research on Globalization y la Strategic Culture Foundation, de Moscú.
Me gustaría ver a Siria como un país desintegrado y balcanizado con “más o menos regiones autónomas”, afirmó recientemente Henry Kissinger, exsecretario de Estado norteamericano, durante una intervención en la Escuela Gerald R. Ford de Política Pública de la Universidad de Michigan.
Pese a las afirmaciones de Washington, la ofensiva del EI sobre amplios territorios en Iraq, no sorprendió al gobierno de Obama, que cuenta con tecnología de punta y el presupuesto más alto del mundo para labores de espionaje.
Hemos tenido esa información desde principios de año, y la pasamos a Washington, aseguró al diario británico The Telegraph, Rooz Bahjat, quien trabaja para Lahur Talabani, jefe de la inteligencia del kurdistán iraquí.
En una comparecencia ante el Congreso en febrero último, el teniente general Michael Flynn, entonces jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, advirtió que el EI lanzaría un ataque masivo en el 2014 en ambos lados de la frontera.
Según el Centre for Research on Globalization, miembros claves de esa organización terrorista recibieron entrenamiento de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) en un campamento secreto en las afueras de la ciudad jordana de Safawi, en el 2012.
“Los campos de entrenamiento secretos estadounidenses en Jordania y otros países entrenaron a varios miles de combatientes musulmanes en las técnicas de guerra irregular, sabotaje y el terror general”, reveló el tanque pensante.
También hay numerosas denuncias sobre instalaciones similares en Turquía y Libia, que tras la agresión occidental se convirtió en un vivero de yihadistas.
El Daesh no tenía el poder para conquistar y ocupar Mosul (la segunda ciudad iraquí) por sí mismo. Lo que ha ocurrido es el resultado de la colaboración con la inteligencia de algunos países de la región con grupos extremistas dentro del gobierno iraquí, estimó el periodista iraní Sabah Zanganeh.
Un reporte del diario The Wall Street Journal destacó que un comandante militar del EI, el georgiano de origen checheno Tarkhan Batirashvili, hizo de las guerras en Iraq y Siria una lucha “geopolítica entre Estados Unidos y Rusia”.
Batrashvili es un producto de un programa conjunto de Estados Unidos y Georgia, aseguró Jeffrey Silverman, corresponsal en ese último país del diario electrónico norteamericano Veterans Today.
Siria e Iraq sufren hoy las políticas de las potencias occidentales que durante años cerraron los ojos y financiaron a organizaciones radicales con un objetivo claro: justificar la intervención con el argumento del combate al terrorismo.
Roberto Castellanos es Corresponsal de Prensa Latina en Siria.
Fuente: GlobalResearch