Cada tanto, un poema: «Carnaval», de Francisco G Giménez
Este argumento y su melancólico desenlace, es una de los temas preferidos del tango y de los rioplatenses. Resaltamos la gran fuerza de los dos últimos versos del poema, en donde las ilusiones -nocturnas- se desploman, ante la contundencia de la realidad -diurna: "...que el disfraz sólo dura una noche, pues lo queman los rayos del sol."
Por Jorge Tobías Colombo. Para este poema de 1927, el autor utiliza el verso «¿Dónde vas con mantón de Manila?» extraído de la zarzuela «La Verbena de la Paloma», del autor español Tomás Breton. Esta zarzuela estaba de moda en el Buenos Aires de 1920/30 y el verso de referencia corresponde a una de las partes más pegadizas y famosas de toda la zarzuela.
Luego toma a los personajes Colombina, Pierrot y Arlequín, de la Comedia del Arte italiana y los introduce en el argumento del poema, precisamente en la última estrofa.Un carnaval porteño, ritual popular de transgresiones, es el escenario y la atmósfera elegido por G Giménez para recrear el conocido triángulo amoroso en donde las ilusiones, la fugacidad del placer y el poder del dinero, prevalecen sobre el amor. Este argumento y su melancólico desenlace, es una de los temas preferidos del tango y de los rioplatenses.
Resaltamos la gran fuerza de los dos últimos versos del poema, en donde las ilusiones -nocturnas- se desploman, ante la contundencia de la realidad -diurna: «…que el disfraz sólo dura una noche, pues lo queman los rayos del sol.»
El poema de G Giménez fue musicalizado por Anselmo Aieta dando origen, entonces, al tango «Carnaval», que elegimos hoy para nuestra propuesta «Cada tanto, un poema». Contrainfo.com
Carnaval
Autor: Francisco García Giménez
¿Sos vos, pebeta? ¿Sos vos? ¿Cómo te va?
¿Estás de baile? ¿Con quién? ¡Con un bacán!
¡Tan bien vestida, das el golpe!…
Te lo digo de verdad…
¿Habré cambiado que vos, ni me mirás,
y sin decirme adiós, ya vas a entrar?
No te apresures.
Mientras paga el auto tu bacán,
yo te diré:
¿Dónde vas con mantón de Manila,
dónde vas con tan lindo disfraz?
Nada menos que a un baile lujoso
donde cuesta la entrada un platal…
¡Qué progresos has hecho, pebeta!
Te cambiaste por seda el percal…
Disfrazada de rica estás papa,
lo mejor que yo vi en Carnaval.
La vida rueda… También rodaste vos.
Yo soy el mismo que ayer era tu amor.
Muy poca cosa: un buen muchacho,
menos plata que ilusión.
Y aquí en la puerta, cansado de vagar,
las mascaritas al baile miro entrar.
Vos entrás también
y la bienvenida, a media voz,
yo te daré.
Divertite, gentil Colombina,
con tu serio y platudo Arlequín.
Comprador del cariño y la risa,
con su bolsa que no tiene fin.
Coqueteá con tu traje de rica
que no pudo ofrecerte Pierrot,
que el disfraz sólo dura una noche,
pues lo queman los rayos del sol.