La inflación y los empresarios de Argentina
La ausencia de conciencia nacional y comprensión de que los bienes producidos en un país son, antes que nada, bienes sociales, determinó que toda la creatividad empresarial en Argentina consista en incrementar sus precios en lugar de producir más. En Argentina hay inflación, desde luego, pero la responsabilidad de que cada tanto tiempo aparezca en Argentina, es de estas empresas productores de bienes -sobre todo las productores de alimentos- y de la enorme cadena de intermediación parasitaria.
Por Jorge Tobías Colombo. ¿Quién provoca la inflación? La Ley de Abastecimiento para Argentina. Contrainfo.com
Primero veamos algunos datos que muchos medios y periodistas ocultan:
. En todo el mundo existe una LEY DE ABASTECIMIENTO. Son casi siempre las grandes marcas las que son multadas por violarla en contra de los consumidores. La Unión Europa en el año 2013 recaudó 2.500 millones de dólares, Estados Unidos 1.020 millones de dólares, seguido por Corea del Sur (255,3 millones), China (241,6) y Japón (225,4). Todo en concepto de multas.
. «Cuando las grandes compañías abusan de su posición dominante en el mercado, les causan un gran daño a los consumidores», afirmó en junio pasado la directora general de BEUC, Monique Goyens, cuando la Corte ratificó la sentencia.»Las acciones antimonopólicas pueden ayudar a transparentar el mercado», agregó.
. La Ley de abastecimiento que preocupa tanto a los empresarios argentinos, está en el centro del debate y lo que busca es darle más poder a los usuarios. Argentina trata de fortalecer el lugar que ocupa el consumidor y ser muy dura con las penas y sanciones que deben pagar las grandes firmas, por intentar perjudicarlos.
Definición clásica:
Proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda; causa una subida continuada de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos.
Responsabilidad empresarial
Las grandes empresas tienen una inmensa capacidad para formar los precios, es decir, poner los precios que se les antoje a sus productos, según evaluen el momento político. Por ejemplo, casi automáticamente, las grandes empresas se apoderan del poder de compra de la población cuando este aumenta.
Las empresas que operan en Argentina, jamás se organizaron como fuerza motora del desarrollo nacional, dado que muchas de las más poderosas son extranjeras; y las nacionales, en términos generales, jamás estuvieron a la altura de las verdaderas necesidades de su país.
Esta ausencia de conciencia nacional y comprensión de que los bienes producidos en un país son, antes que nada, bienes sociales, determinó que toda su creatividad empresarial consista en incrementar sus precios en lugar de producir más.
En Argentina hay inflación, desde luego, pero la responsabilidad de que cada tanto tiempo aparezca en Argentina, es de estas empresas productores de bienes -sobre todo las productores de alimentos- y de la enorme cadena de intermediación parasitaria.
Los salarios, por otra parte, son un de los componentes menos significativos de sus costos de producción.
Hay una sola cosa que tiene verdadero sentido en una sociedad que se dice civilizada y es una creciente y sostenida mejor distribución del ingreso. Por eso, toda intervención razonable, que signifique poner límites a la codicia y miopía estructural de estos empresarios, debe ser celebrada y acompañada.